El Ratón y la Tortuga Viajera: Un Cuento sobre la Paciencia 🐭🐢
En un prado verde y soleado ☀️, vivía un ratón llamado Max, famoso por su rapidez. Max siempre se jactaba de lo rápido que era, y disfrutaba correr por todo el campo 🌾. Cada vez que alguien le pedía ayuda o le sugería hacer algo, Max contestaba riendo:
—¡Lo haré en un abrir y cerrar de ojos! ⏳
Un día, mientras Max correteaba por su camino habitual, vio a una tortuga llamada Tita que cargaba lentamente una pesada mochila 🎒. Tita era conocida por su paciencia y su ritmo tranquilo. Ella no se apresuraba nunca, y siempre tomaba su tiempo para disfrutar de las flores 🌼 y los árboles 🌳 que encontraba en su camino.
—¡Hola, Tita! —saludó Max, deteniéndose brevemente—. ¿A dónde vas tan despacio? ¿Vas a llegar al final del campo hoy o tal vez la próxima semana? 😂
Tita, sonriendo con calma, respondió:
—Voy a llegar a la cima de la colina, Max. No tengo prisa, pero lo haré de todas formas. 🌄
Max se rió a carcajadas y le dijo:
—¡No me lo puedo creer! ¡Tú tardarás una eternidad! Yo llegaría mucho más rápido que tú. 🏃♂️💨
Tita, con una mirada tranquila, decidió no contestar, y continuó su viaje sin preocuparse por las palabras del ratón. Max, sintiéndose más rápido y más habilidoso, decidió retar a Tita a una carrera.
—¡Vamos a ver quién llega primero a la colina! —dijo Max, con una sonrisa llena de confianza. 😁
Tita aceptó el desafío sin dudarlo. Así que ambos se alinearon y, al sonido de una rama quebrándose, la carrera comenzó. 📏
La Carrera: La Lección de la Paciencia
Max, como siempre, se adelantó rápidamente. Corrió y corrió, sin mirar atrás, y al poco tiempo ya estaba muy lejos de Tita. El ratón pensó que había ganado la carrera incluso antes de que empezara realmente. 🏆
Mientras Max seguía corriendo, Tita caminaba tranquilamente. A pesar de que era mucho más lenta, disfrutaba del paisaje 🌈, respiraba el aire fresco 🌬️ y no se preocupaba por la rapidez de su paso.
En un momento, Max, que ya se sentía muy adelantado, se dio cuenta de que se había cansado un poco. Decidió tomar un descanso bajo la sombra de un árbol 🌳. "Total," pensó, "tengo tiempo de sobra para descansar. ¡No hay forma de que la tortuga me alcance!" 😌
Mientras tanto, Tita continuaba su viaje sin detenerse. Caminaba con constancia y determinación, avanzando poco a poco, sin prisas. 🚶♀️✨
El Final Sorpresa
Cuando Max despertó de su descanso, se dio cuenta de que había dormido más tiempo del que pensaba. Asustado, saltó rápidamente y comenzó a correr de nuevo 🏃♂️💨, pero al llegar a la cima de la colina, encontró a Tita ya allí, esperándolo pacientemente. 😲
—¡Tita, no puedo creerlo! ¿Cómo llegaste tan rápido? —preguntó Max, sorprendido y algo avergonzado. 😳
Tita, sonriendo serenamente, respondió:
—No se trata de correr rápido, Max. Se trata de no detenerse, de seguir adelante con paciencia y sin prisa. Yo sabía que no tenía que apresurarme, solo disfrutar del camino. 🌟
Max bajó la cabeza, entendiendo la valiosa lección que acababa de aprender. Aprendió que no siempre lo más rápido es lo mejor, y que la paciencia y la perseverancia siempre llevan a los mejores resultados. 🌱💪
Moraleja:
La prisa no siempre te lleva lejos, pero la paciencia y la constancia te aseguran el éxito. 🌈✨
Por: Edgardo Delgado


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